La masacre que costó la vida a más de 50 feligreses católicos, entre ellos tres sacerdotes, de la catedral de Nuestra Señora del Socorro de Bagdad, ha provocado una ola de manifestaciones de solidaridad entre numerosas organizaciones musulmanas identificadas en Occidente con el radicalismo.
Así, la Asociación de Clérigos Musulmanes de Irak, cuyo líder es el jeque Hariz al-Dhari, buscado por las autoridades de Bagdad y que dirige también un frente guerrillero opuesto a la ocupación norteamericana de Irak y al ejecutivo al que apoyan, hizo pública una nota en la que definían lo sucedido como una “masacre horrible” y un “vergonzoso acto de explotación de una casa de oración perteneciente a nuestro pueblo”.
También han expresado su rechazo al atentado personalidades del mundo islámico procedentes tanto de la comunidad shií como suní. El gran ayatola Ali Al Sistani, el clérigo shií más significado de esa vertiente religiosa, declaró a través de uno de sus asistentes que condenaba la “acción criminal contra nuestros hermanos cristianos”.
Egipto, una "agresión criminal"
Egipto, una "agresión criminal"
En Egipto, el jeque Ahmed al-Tayyeb, un referente religioso prioritario para millones de musulmanes suníes del país, definió el acto terrorista como una “agresión criminal contra un lugar de culto de nuestros hermanos cristianos en Irak”.
“El Islam garantiza la libertad de culto y prohíbe la agresión entre las iglesias. El Islam y los musulmanes son inocentes de este tipo de actos que dañan a los musulmanes y van en contra de la sharia (ley islámica)”, añadió.
Los Hermanos Musulmanes, la principal organización opositora egipcia, advirtieron “a todo el mundo, en primer lugar a los musulmanes, que la protección de los lugares de culto de todos los hijos de las religiones monoteístas es la misión de la mayoría de los musulmanes. Rechazamos toda clase de amenazas estúpidas contra los lugares de culto cristianos en Egipto venga de quien venga y bajo el pretexto que sea”.
Los radicales habían dado un ultimátum de 48 horas a la iglesia copta de Egipto para que “liberase” a dos jóvenes que ellos afirman que se han convertido al Islam y por ello permanecen recluidas en monasterios de esa confesión, cosa que los religiosos cristianos niegan en absoluto.
Líbano, cristianos y musulmanes son hermanos
De otro lado, en Líbano, país donde los cristianos constituyen un significativo sector de la población, el diario L’Oriente Le Jour dio un amplio espacio a los numerosos comentarios que causó la tragedia entre partidos políticos y líderes religiosos de todas los credos.
El vicepresidente del Consejo Superior Shií, Abdel Amir Kabalan, afirmó que “en Oriente los musulmanes y los cristianos tienen que continuar viviendo como hermanos” y pidió a estos últimos que “se agarren a su tierra y no se dejen someter por gente que combaten el Islam y el Cristianismo por medio desviados”.
Según el gran mufti suní, Mohamed Qabbani, el ataque sólo puede ser obra “de una facción que persiga el terrorismo y la destrucción de Irak, un proyecto que pretenda dividir la región en facciones para conquistarla”.
Hizbulá también se sumó a la condena general contra el atentado que tachó de “crimen terrorista odioso”. Pero el grupo que lidera Hassan Nasrallah apuntó un dato en el que coincidió también con los Hermanos Musulmanes de Egipto.
“Nunca antes de la ocupación estadounidense de Irak se cometió un crimen atroz como ese en la región, que era una tierra de tolerancia, convergencia y coexistencia, la ocupación instigó la división sectaria”, se leía en el comunicado que publicaron el lunes.
Condolencias de los obispos españoles
En el ámbito católico español, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal arzobispo Antonio María Rouco Varela, envió una carta de condolencia al arzobispo siro-católico de Bagdad, Athanase Matti Shaba Matoka, tras el trágico suceso.
"Le hago llegar a usted, querido Hermano y a todos los fieles de la Iglesia que preside, en particular a los familiares de los difuntos y de los heridos, nuestra sincera condolencia y la seguridad de nuestra solidaridad en la oración", afirmó Rouco Varela en su misiva.
"Las comunidades católicas de España elevan sus plegarias al Señor por el pronto restablecimiento de los afectados y por que se implanten cuanto antes la condiciones de seguridad que permitan a las comunidades cristianas de Irak ejercer íntegramente su derecho a la libertad religiosa y a vivir en paz", concluyó.
(ReL)
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