Anselmo Alvares, aquí con la vidente Ortodoxa Vassula Ryden |
Este sábado se cumplen 35 años de la muerte de Francisco Franco, enterrado en el Valle de los Caídos, que recibe este aniversario en medio de la polémica por la prohibición de la celebración de la Eucaristía dentro de la Basílica del Valle, debido, según las razones esgrimidas desde el Ejecutivo socialista, a las obras que se están llevando a cabo en la imagen de la Piedad de Juan de Ávalos.
El prior de la abadía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, Anselmo Álvarez, ha pasado por los micrófonos del Plan C de Enrique Campo para explicar cuál es la situación en la que se encuentra el conflicto.
"El día 3 de noviembre, cuenta Anselmo Álvarez, recibimos la noticia de que ese día no se abriría el Valle al público para la celebración de la Eucaristía, no era posible el acceso para las personas que venían con esa finalidad, además de para los turistas. Al día siguiente se restableció la situación normal pero a partir del día 5 recibimos la misma indicación, de que se habían prohibido con carácter indefinido el acceso al Valle para la celebración de litúrgica. Y en este momento nos encontramos en esta situación".
Aunque esta prohibición de acceder a las instalaciones del Valle de los Caídos no es nueva: "Desde primeros de abril no se puede acceder a las instalaciones del Valle, con excepción del acceso a la Basílica en la hora de la misa, entre las 11 y las 12 de la mañana. El resto del día quedaba prohibido el acceso".
¿Los motivos? Anselmo Álvarez no los tiene claros. "No sería fácil concretar porqué pasa esto, yo tampoco tengo noticias que me aclaren el fondo de esta cuestión".
Pero sí hay otra cosa que tiene clara el prior de la abadía: "Eso significa una merma de la libertad religiosa y es una situación que contrasta con la propia Ley de Memoria histórica, que asegura que el Valle es un lugar de culto y que en consecuencia debiera poder llevar adelante esa función con toda la libertad".
El padre de los monjes benedictinos del Valle de los Caídos explicó las razones oficiales que le han llegado desde el Gobierno para llevar a cabo esta prohibición "indefinida". "Los motivos que se han dado es la inseguridad que pueda existir a la puerta de la Basílica, debido a la situación en que se encuentra la imagen de la Piedad (en proceso de restauración), que es un riego para las personas que puedan transitar por la puerta principal. Esto se consideró motivo suficiente para clausurar la Basílica".
Entonces, se buscó una alternativa para no interrumpir las celebraciones litúrgicas con la participación de los feligreses, pero eso tampoco sirvió para librarse de la prohibición.
"Cuando se abrió el acceso posterior por la parte del ascensor había una posibilidad de poder llegar hasta la Basílica y participar en los ejercicios litúrgicos, pero ahora se argumenta que existe una inseguridad en la instalación del ascensor y en las instalaciones complementarias que pueden representar algún tipo de problema en caso de emergencia".
"Esas son las razones que se nos han dado y que se mantienen hasta que se restaure la Piedad y se abra un acceso que permita llegar hasta el interior de la Basílica sin ningún tipo de riesgo ni de peligro", explica Anselmo Álvarez con serenidad, a la vez que asegura quedesde el Gobierno no han recibido ningún mensaje de que tengan que abandonar el Valle de los Caídos.
Ante la petición por parte del Foro por la Memoria por volar la Gran Cruz del Valle de los Caídos, el prior dice que eso "no es nuevo" y tan sólo pide que sea conservado como una parte de la historia de España. Esa petición "va en contra del buen sentido", señala el padre benedictino.
A raíz de esa prohibición, han tenido lugar misas multitudinarias en la explanada de la Basílica, algo que se volverá a repetir este domingo: "Va a ser una misa de acuerdo con la festividad de Cristo Rey y con un lenguaje acorde con esta festividad".
"Nuestra palabra será de amistad y de concordia", cierra Anselmo Álvarez.
Antonio Trujillo/Cope
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