Inversiones digitales >>> Ganancias de 250% en 10 meses.

Inversiones digitales >>> Ganancias de 250% en 10 meses.
Qubitech, la plataforma de inverisones digitales mas importante del mundo!!

Visite nuestro sponsor

¿Qué dice el Islam de nosotros los no-musulmanes, los judíos y cristianos?


La prensa mundial nos está vendiendo la idea de que el Islam es una “religión de paz”. Pero, con todo lo que he leído, he estudiado sobre el Islam, con todo lo que he vivido en mi país natal (Irak), con el aumento del radicalismo y el fanatismo islámico en la actualidad, con todo lo que está pasando en Oriente Medio, la persecución y el genocidio que viven lo cristianos en todos los países árabes musulmanes, dicen lo contrario. Un prive análisis de los comienzos del Islam y del Corán revela claramente el espíritu violento que caracteriza el Islam. 

El Corán es para el Islam lo que es el Tanaj, para los judíos y Cristo para los cristianos.
Según la traducción musulmana, el Corán fue revelado a Muhammad, el Profeta del Islam y los musulmanes, en un período de 22 años, entre los años 610 y 632, el año de la muerte de Muhammad. En los primeros años, cuando los seguidores de Muhammad eran pocos y aún débiles en el ámbito militar, él trasmitió los 124 versos que hablan de vivir en paz con los demás. Los mismos versículos que utilizan o mencionan los musulmanes y sus líderes religiosos, cuando quieren hablar de la paz y la convivencia, engañando a los demás, los judíos y cristianos, ignorantes del Islam y el Corán. Como por ejemplo, en (Sura 3:23)“¿No has visto a quienes han recibido una porción de la Escritura? Se les invita a que acepten la Escritura de Alá para que decida entre ellos, pero algunos vuelven la espalda y se van”, el Corán llama la Torá y el Evangelio (Inyil), el libro de Dios. 

Pero más tarde, cuando el Islam militarmente se hizo más fuerte y contaba con más seguidores, Muhammad dictó versos que declaran que todos los infieles entre ellos; judíos y cristianos, deben ser aniquilados o sometidos y humillados. Como muestra en (Sura 9:5,29) “Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, matad a los asociadores dondequiera que les encontréis. ¡Capturadles! ¡Sitiadles! ¡Tendedles emboscadas por todas partes! Pero si se arrepienten, hacen la azalá y dan el azaque, entonces ¡dejadles en paz! Alá es indulgente, misericordioso. ¡Combatid contra quienes, habiendo recibido la Escritura, no creen en Alá ni en el último Día, ni prohíben lo que Alá y Su Enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera, hasta que, humillados, paguen el tributo directamente!”. Esto es lo que proporciona el combustible que justifica el Yihad en las mentes musulmanas.

Sura 9, acreditado en el Corán, bajo el nombre de El Arrepentimiento, antiguamente conocido como Sura Al Saif o la espada, aparece al principio del Corán, sin embargo, fue uno de los últimos Suras (libros) trasmitidos. Este Sura declara con tono violento y amenazador que todos los infieles deben ser aniquilados o completamente sometidos. En otras palabras, aunque el Corán se inicia con los versos de paz, los últimos versos invalidan o anulan completamente los más antiguos, los que sí son pacíficos, los 124 versos anteriores que instan a la paz. Este experimento en el Islam, conocido por los musulmanes como, Al- Nasj wa Al- Mansuj, traducido como, los versículos del Corán que abrogan y son abrogados. Todos los musulmanes consideran el tema de Al Nasj wa Al Mansuj, como un tema de alta ciencia en el Islam, se estudia en todas las universidades islámicas del mundo. ¡No entiendo el por qué! se puede explicar en palabras simples ¡Los versos posteriores anulan los versos anteriores o los versos más virulentos abrogan los más pacíficos o los violentos tienen prioridad sobre los pacíficos! 

Milad Jibrael, cristiano iraquí en Bartala: «Si tengo que morir defendiendo esta iglesia, lo haré»



"Aterrorizados y en las barricadas, los cristianos de la ciudad iraquí de Bartala se sienten atrapados, a merced de los insurgentes sunitas que controlan la cercana ciudad de Mosul, y abandonados por el gobierno federal": así describe la agencia Afp la situación en esta localidad de 30.000 habitantes a 20 km al norte de Mosul, la segunda ciudad de Irak caída ya en manos de los terroristas de ISIS, en plena ofensiva que el gobierno de Bagdad apenas puede contener para impedir que la capital caiga.

A finales de esta semana, Bartala sólo cuenta para su defensa con algunos soldados del ejército, 600 cristianos y los peshmergas, las fuerzas kurdas. Enfrente, los yihadistas de ISIS (Islamic State of Irak and Syria, Estado Islámico de Irak y Siria) son más numerosos, están entrenados y su moral es de victoria tras sus espectaculares avances de las últimas semanas en cuatro provincias del país. Consideran "infieles" a los cristianos de Bartala y a los refugiados de Mosul que han llegado hasta allá, y ese calificativo significa la muerte.

Morir por defender el templo
"Al gobierno le importamos un bledo, hemos visto cómo el ejército ha huido y nos ha dejado abandonados a una muerte cierta", declara Saba Yussef, una mujer que ha acogido a su suegra, escapada por poco de Mosul: "Ahora nos encomendamos a nuestros guardianes, a los peshmergas y a Dios, porque no tenemos verdadera protección ante los insurgentes que llegan".
Esos guardianes saben, sin embargo, que tienen poco que hacer. Milad Jibrael es uno de ellos, y junto con su amigo de la infancia Tahrir Munir han decidido combatir hasta el final: "Para ser sinceros, tenemos miedo. Sabemos que si el ISIS decide venir, tomarán la ciudad entera. Yo me quedaré aquí pase lo que pase. Si tengo que morir defendiendo esta iglesia, lo haré", afirma a las puertas de la parroquia de Santa María. Los cuatro templos cristianos de Bartala están protegidos por barricadas y en disposición de resistir cuanto se pueda antes de entregar la casa de Dios al saqueo y destrucción de los islamistas. 
Un fusil apoyado sobre un fresco del Buen Pastor. Muchos darán la vida para que no sea profanado.

Estos guardianes cristianos y los peshmergas kurdos controlan las entradas de la ciudad, y aunque están pobremente armados, no se rendirán. La población por ahora se mantiene en sus casas, salvo una veintena de familias que sí han escapado.
Malos presagios
Bernadette Bustros dejó Mosul con su marido y sus cinco hijos cuando los terroristas campaban ya por su barrio, y aguarda ahora acontecimientos en Bartala: "Estábamos tan aterrorizados que empezamos el viaje a pie". Su familia es un ejemplo del calvario de los cristianos desde 2003: "Hace años que nuestra situación es desastrosa. Dos de mis hermanos fueron secuestrados en 2008. A uno lo liberaron, a otro lo mataron. Y ahora estamos atrapados en medio de un conflicto que no nos concierne", como es el que enfrenta a la facciones chiíta y sunita. "Sufrimos la opresión del gobierno y la violencia de los insurrectos, y no tenemos a dónde ir", añade, encendido, su hermano.

Por su parte Munir, el amigo de Milad Jibrael, dispuesto a todo a las puertas de la iglesia, no es optimista al juzgar el pasado reciente de su país: "Hemos tenido un dictador, un dirigente confesional y ahora los insurgentes. Dudo que pueda entreverse un buen futuro para Irak".