(La Nación/InfoCatólica) Desde las ocho de la noche del viernes 21 de marzo el terror se apoderó de los habitantes de las urbanización Rómulo Colmenares, Simón Bolívar y Táchira, cuya población fue reprimida dentro de su propia casa por efectivos militares y de la PNB durante más de ocho horas, aproximadamente hasta la cinco de la mañana de este sábado, según relataron los afectados.
Mostrando los restos del brutal ataque entre casquillos 9mm, cartuchos de perdigones y de gas lacrimógeno (la gente pudo recoger más de 500 bombas entre todas las veredas), la señora Ana, con lágrimas en los ojos y temblando, comentó que hicieron desastres en todas las casas, las cuales fueron apuntando una por una para partir los vidrios de las ventanas, tirar las bombas adentro y meter el fusil para disparar los perdigones.
«Estábamos terminando de rezar el rosario cuando nos avisaron que venían y a montones, todos nos dispersamos y quedamos en diferentes casas. En mi casa se metió mi hijo, su esposa y mi nieto que se estaba asfixiando. Venían a matarnos y nos dijeron que si seguíamos protestando esta noche (sábado) nos venían a masacrar. Ya desocupamos la casa y sacamos a mi nieto».
De acuerdo con los vecinos esta es la sexta vez que la GN arremete contra ellos, pero la del lunes 10 y el viernes 21 han sido las más fuertes. Juan Rodrigo, habitante de la Urbanización Rómulo Colmenares vereda 1, expresó que llegaron apuntando a las ventanas, rompiendo los cristales y tirando las bombas y los perdigones, desde la calle 1 hasta la 4 donde tumbaron el portón.
«Nos han atacado vilmente y violando nuestro espacio privado, han entrado cinco tanquetas a las calles intimidando y creando terror en la comunidad. Un GN amenaza desde la tanqueta diciendo que si seguían las protestas nos iban a mandar los colectivos, que el sábado iban a arremeter más, que nos iban a masacrar, que iban a enviar funcionarios de civil para detener y torturar a la gente».
Más información, en el diario La Nación.
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