Extranjeros que ayudaban a las víctimas de las inundaciones
ISLAMABAD, martes 31 de agosto de 2010 (ZENIT.org).- Soldados del ejército paquistaní hallaron, el 25 de agosto en el valle de Swat, los cuerpos sin vida de tres voluntarios humanitarios cristianos extranjeros, secuestrados dos días antes cuando participaban en las tareas de socorro a las víctimas de las inundaciones en Paquistán.
Tras esta tragedia, el Gobierno ha alertado de las amenazas talibanes a las ONG. “Los talibanes han amenazado varias veces a las organizaciones internacionales que trabajan en la zona”, explicó un alto funcionario del Gobierno a la agencia Fides.
Las víctimas pertenecían a una organización internacional cuyo nombre no ha trascendido por motivos de seguridad.
Estaban trabajando en Mingora y en los alrededores. El 23 de agosto, cuando regresaban a su campamento, el convoy en el que viajaban fue atacado por un grupo de talibanes que los secuestró e hirió a otros cinco o seis voluntarios.
Según el Gobierno de Paquistán, la seguridad de las operaciones de socorro ha aumentado: un grupo de soldados se ha desplazado a Swat y a otras zonas de peligro potencial para proteger el trabajo humanitario.
Por su parte, los talibanes buscan llevar ayuda a las víctimas de las inundaciones y así ganarse el apoyo de los supervivientes.
La ONG pakistaní Life for All, presente con un equipo de trabajo en la zona de Swat, condenó el asesinato de los tres voluntarios.
“Provenían del exterior para ayudar a los pakistaníes en este momento de absoluta necesidad -declaró un portavoz-: por esto les estamos profundamente agradecidos”.
Por otra parte, en Afganistán, diez voluntarios de un equipo médico cristiano de la organización International Assistance Mission fueron asesinados por un grupo de talibanes el pasado 5 de agosto cuando regresaban a Kabul de llevar asistencia médica a la remota zona del valle de Parun.
Tras esta tragedia, el Gobierno ha alertado de las amenazas talibanes a las ONG. “Los talibanes han amenazado varias veces a las organizaciones internacionales que trabajan en la zona”, explicó un alto funcionario del Gobierno a la agencia Fides.
Las víctimas pertenecían a una organización internacional cuyo nombre no ha trascendido por motivos de seguridad.
Estaban trabajando en Mingora y en los alrededores. El 23 de agosto, cuando regresaban a su campamento, el convoy en el que viajaban fue atacado por un grupo de talibanes que los secuestró e hirió a otros cinco o seis voluntarios.
Según el Gobierno de Paquistán, la seguridad de las operaciones de socorro ha aumentado: un grupo de soldados se ha desplazado a Swat y a otras zonas de peligro potencial para proteger el trabajo humanitario.
Por su parte, los talibanes buscan llevar ayuda a las víctimas de las inundaciones y así ganarse el apoyo de los supervivientes.
La ONG pakistaní Life for All, presente con un equipo de trabajo en la zona de Swat, condenó el asesinato de los tres voluntarios.
“Provenían del exterior para ayudar a los pakistaníes en este momento de absoluta necesidad -declaró un portavoz-: por esto les estamos profundamente agradecidos”.
Por otra parte, en Afganistán, diez voluntarios de un equipo médico cristiano de la organización International Assistance Mission fueron asesinados por un grupo de talibanes el pasado 5 de agosto cuando regresaban a Kabul de llevar asistencia médica a la remota zona del valle de Parun.
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