ROMA, lunes 30 de agosto de 2010 (ZENIT.org).- Conforme se acerca la fecha para el viaje de Benedicto XVI a mediados de septiembre a Escocia e Inglaterra, la hostilidad contra la religión es cada vez más intensa.
Peter Tatchell, un conocido crítico de la Iglesia católica, escribió un artículo de opinión, publicado el pasado 13 de agosto por el diario The Independent. "La mayoría de los católicos se oponen a muchas de sus enseñanzas", reivindicada en relación con el Papa.
En su papel de portavoz de la campaña de protesta contra el Papa, Tatchell proseguía con una larga lista de “trapos sucios” de enseñanzas de la Iglesia, a las que describió como duras y extremas.
Tatchell ha sido elegido también por la emisora de televisión Canal 4 para presentar un programa de 60 minutos sobre el Papa, que se retransmitirá durante el momento de la visita papal, informó el diario Telegraph el 4 de junio.
No será el único especial televisivo crítico con la Iglesia católica. La BBC está trabajando en un documental de cuatro horas sobre los escándalos de abusos por parte del clero, informó el diario The Guardian el pasado 3 de agosto.
Junto con la no sorprendente oposición a la visita por parte de la Orden de Orange de Irlanda y del predicador protestante Ian Paisley, el Gobierno británico fue cogido por sorpresa en un vergonzoso ejemplo de prejuicio anti-católico.
El Foreign Office tuvo que presentar una disculpa oficial después de conocerse un documento gubernamental sobre la visita, hecho público el 25 de abril por el Sunday Times. Un documento que formaba parte de un paquete de instrucciones para los funcionarios del Gobierno, que sugería que el Papa debería despedir a sus “poco fiables obispos”, disculparse por la Armada Invencible e inaugurar una clínica abortista.
Nervios
El apoyo procede también de fuentes laicas. El autodeclarado ateo Padraig Reidy criticó el carácter extremo de la retórica anticatólica en un artículo publicado por el diario The Observer el 22 de agosto.
El 28 de julio, Kevin Rooney, también ateo, escribiendo para el sitio web Spiked, describió los ataques a la Iglesia como "intolerantes, reprobables e ignorantes".
Rooney, quien creció como republicano socialista en Belfast, dijo que los críticos no sólo se oponen a las enseñanzas de la Iglesia, sino también quieren impedir absolutamente que hable. Por otra parte, señaló, las acusaciones hechas contra la Iglesia son tomadas inmediatamente como verdaderas, sin necesidad de pruebas.
"Al igual que sucede con el derecho a la libertad de expresión, parece que el derecho a ser considerado inocente mientras no se pruebe la culpabilidad no se extiende a la Iglesia católica", observó.
Los problemas que enfrenta la Iglesia están lejos de limitarse a la hostilidad verbal. Una serie de leyes sobre crímenes llamados “de odio y” de anti discriminación están creando una serie continua de desafíos legales para los cristianos en el Reino Unido.
De acuerdo con un folleto recientemente publicado sobre este tema por Jon Gower Davies, hay más de 35 leyes del Parlamento, 52 decretos, 13 Códigos de prácticas, tres Códigos de orientación, y 16 directivas de la Comisión europea que influyen en la discriminación.
En A New Inquisition: religious persecution in Britain today (Una Nueva Inquisición: la persecución religiosa en Gran Bretaña hoy, ed. Civitas) esboza una serie de casos recientes donde los cristianos han sufrido por causa de estas leyes.
Adopción
El último ejemplo de esto fue la pérdida de la agencia Catholic Care de Leeds, de una apelación al Tribunal Supremo sobre la cuestión de si pueden seguir negándose a poner a niños en adopción con parejas del mismo sexo.
El origen del caso fue un reglamento de 2007 la orientación sexual, que prohibió las agencias de adopción de tal "discriminación".
Según un artículo publicado 19 de agosto por el diario Telegraph, Catholic Care es la última agencia de adopción católica que se resistía a la normativa. Desde que la ley entró en vigor en enero de 2009, las otras 11 agencias de adopción católicas han tenido que cerrar sus puertas o romper sus lazos con la Iglesia.
Ha habido muchos otros casos en los últimos meses donde los cristianos se han enfrentado batallas legales.
- Una cuidadora ganó su batalla por seguir cuidando niños, después de que se le hubiese prohibido por el ayuntamiento de Gateshead. La prohibición se debió al hecho de que una niña de 16 años que estaba cuidando decidió convertirse del Islam al cristianismo. La cuidadora, que permaneció en el anonimato para proteger la identidad de la muchacha, había cuidado a más de 45 niños. Aunque la cuestión se enderezó al final, la mujer sufrió considerables pérdidas financieras debido a la prohibición. (The Christian Institute, 11 de julio)
- Un predicador cristiano fue arrestado por decir públicamente que la homosexualidad es un pecado. Dale McAlpine fue encerrado en una celda durante siete horas y posteriormente acusado de "provocar acoso, alarma o angustia" (The Telegraph, 2 de mayo). Después de las protestas generalizadas se retiraron los cargos. (The Christian Post, 18 de mayo)
- Un consejero matrimonial cristiano vio negada su oportunidad de ir a la Corte de Apelación respecto a su despido por parte de Relate Avon, después de que admitiera que no podía aconsejar a las parejas del mismo sexo a causa de sus creencias. Gary McFarlane perdió su reclamación por despido improcedente en un tribunal laboral y en una audiencia posterior en el tribunal de apelaciones. (Christian Today, 29 de abril)
- Shirley Chaplin, una enfermera cristiana, perdió una demanda por discriminación después de su traslado a tareas de despacho a raíz de su negativa a quitarse un crucifijo que llevaba al cuello. A pesar de que John Hollow, presidente del comité del tribunal laboral, admitió que Chaplin había llevado puesto el crucifijo durante 30 años como enfermera, dijo que llevarlo no era una exigencia de la fe cristiana. El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, mencionó el caso en su sermón de Pascua. Afirmó que había una''extraña mezcla de desprecio y temor hacia el cristianismo''. (The Telegraph, 6 de abril)
A principios de este año, la situación llegó al punto de que el ex arzobispo de Canterbury, Lord Carey, junto con otros seis obispos anglicanos, escribió una carta al Sunday Telegraph protestanto de que los cristianos en Gran Bretaña están siendo perseguidos y tratados con falta de respeto.
En un artículo sobre la carta del 28 de marzo en la edición del Sunday Telegraph, explicó, los obispos sostuvieron que, mientras que a los creyentes de otras religiones se les muestra un tratamiento más sensible, los cristianos son castigados.
"Ha habido numerosos casos despidos de cristianos practicantes de sus empleos por razones que son inaceptables en un país civilizado", declamaba la carta.
Derecho a ser escuchado
La notoriedad de las restricciones a los cristianos llegaron al punto de que el Papa interviniese públicamente. Durante su discurso del 1 de febrero a los obispos de Inglaterra y Gales, presentes en Roma para su visita ad Limina, hizo un comentario sobre el tema.
Benedicto XVI observó que su país se destacaba por su igualdad de oportunidades para todos los miembros de la sociedad. A continuación, instó a los obispos a resistirse cuando la legislación violara la libertad de las comunidades religiosas.
"En algunos aspectos, esta viola la ley natural sobre la que se basa y por la que se garantiza la igualdad de todos los seres humanos. Les ruego como pastores que garanticen que la enseñanza moral de la Iglesia se presenta siempre en su totalidad y se defiende de forma convincente" dijo el Papa.
"La fidelidad al Evangelio no restringe la libertad de los demás - por el contrario, sirve a su libertad, ofreciéndoles la verdad", agregó.
Dada la preocupación del Papa sobre este asunto, y los continuos casos de persecución cristiana, bien podemos esperar que hable sobre ello durante su visita el próximo mes.
[Traducción del inglés por Inma Álvarez]
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