ROMA, jueves 2 febrero 2012 (ZENIT.org).- Un asalto de extremistas hindúes a un centro universitario jesuita en Bangalore, India, sembró el terror y produjo heridos entre los estudiantes. La excusa fue que el centro no desplegó la bandera en el día de la fiesta nacional.
Los jesuitas y alumnos del Instituto Universitario San José de Anekal, cerca de Bangalore, en el estado indio de Karnataka pasaron este 30 de enero una jornada de terror y agresiones inesperadas y cuyos motivos parecen pretextos solamente, porque no es la primera vez. La agresión, que fue cometida por más de cien miembros de grupos radicales hindúes hostiles a los cristianos y especialmente a sus instituciones educativas, podría haber tenido consecuencias mucho más graves, informa la agencia Fides.
Este lunes, una multitud de extremistas y elementos violentos de los grupos radicales hindúesVishwa Hindu Parishad, Bajrang Dal, Rastra Sakthi Sene, Karnataka Rakshana Vedikeirrumpieron en el campus universitario interrumpiendo las clases. El pretexto –explica a la agencia Fides la ONG Catholic Secular Forum- era que la bandera nacional no había sido desplegada el día anterior durante la Fiesta de la República en la India.
El presidente del instituto, padre Melwin Mendonca, SJ, explicó que vivieron horas de gran temor, sobre todo por la presunta complicidad de las instituciones civiles y de las fuerzas de seguridad. De hecho, entre el grupo de violentos se encontraban también algunos concejales de la ciudad. Además, cuando los jesuitas llamaron a la policía, explica el presidente, “el inspector y los agentes de policía se limitaron a ser espectadores de la violencia, es más permitieron que los disturbios en el campus se prolongases durante dos horas más”.
Al padre Melwin Mendonca no se le permitió hacer ninguna declaración. La multitud gritaba pidiendo su detención. El jesuita, para tratar de calmar la situación accedió a ser detenido, aunque sin ningún tipo de acusación. Pero en lugar de ser llevado en coche, los agentes, siguiendo los gritos de la multitud le obligaron a hacer el camino hasta la estación de policía a pie: los extremistas continuaban gritando consignas contra las minorías cristianas y contra el director. Algunos estudiantes del campus, que intervinieron para proteger al director, fueron golpeados y heridos.
El director fue retenido por la policía sin ningún motivo, desde el mediodía hasta las 21 horas. Cuando lo liberaron, la policía ni siquiera quiso registrar la denuncia por la agresión personal, por la violación de domicilio del Campus, ni por los golpes que sufrieron los estudiantes.
El padre Melwin comentó a Fides: “El despliegue de la bandera era un pretexto. Los grupos radicales hindúes han visitado nuestro instituto ocho veces en el último año académico. Pretendían que nuestros estudiantes adhiriesen a sus movimientos. Algunos líderes hindúes afirman que el instituto tendría que ser cerrado y que no se tendrían que conceder licencias a los cristianos para abrir instituciones educativas porque, según ellos, destruyen la cultura de la India. Tenemos muchos casos similares en Karnataka, donde los cristianos son perseguidos”.
El Instituto Universitario San José de Anekal existe desde hace más de cuarenta años. En la actualidad cuenta con 378 estudiantes, 200 de los cuales son dalit (intocables) o miembros de las castas más bajas, otros 60 pertenecen a grupos indígenas.
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