El Consejo Interreligioso expresará su queja por la falta de respeto de los organizadores a sus creencias y apelará a los valores constitucionales para que nadie menosprecie su fe en nombre de la transgresión.
Los organizadores del Carnaval de Terrassa, la Sussietat de l’Embut, recibieron una subvención del ayuntamiento (que controlan PSC, ERC e ICV) de 29.500 euros para los preparativos. Lo que hicieron, entre otras cosas, fue desvirtuar el contenido de cuadros religiosos, desatando también la indiginación del PP, que protestó ausentándose del acto de recepción de los festejos.
El PP considera el contenido del programa «irreverente (de manera muy especial con la religión católica), de mal gusto, insultante, intolerante, hiriente, rencoroso y vejatorio» y subraya que «la libertad de expresión no lo legitima todo». El líder del grupo del PP en el Ayuntamiento de Terrassa, Gabriel Tormo, llevó la cuestión al pleno municipal y aseguró que el concejal de Cultural se desentendió acerca de la supervisión de los contenidos del programa. Le aclaró, eso sí, que el gobierno municipal ha destinado este año 29.500 euros para subvencionar a los organizadores. «Nosotros exigimos que se controle el dinero de todos los ciudadanos», dicen los populares.
El PP también «lamenta el mal ejemplo que con un programa de las características del editado se está dando por parte de los adultos responsables de sus contenidos a los niños».
Una de las imágenes del programa muestra a la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, como el rostro de una serpiente pisoteada por una virgen que blande una bandera independentista. «Cataluña pisando a España», dice el cuadro. El PP no descarta tomar medidas legales .
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