Ha ocurrido en la "católica Croacia", tres meses después de la visita pastoral del Papa Benedicto XVI. Por primera vez en la historia, el sistema judicial de este país ha admitido un recurso de un grupo de lesbianas llamado "Kontra", por presunta violación de la "Ley Contra la Discriminación".
Jelena Mudrovcic, profesora de catecismo católico en la escuela primaria "Kasi Bartol", en Zagreb, ha sido acusada de señalar que "la homosexualidad es una enfermedad", durante la clase de Catecismo.
Un estudiante de la escuela "Kasi Bartol", que, además, no asiste a clases de catecismo, informó a su madre de las declaraciones de la profesora acerca de la homosexualidad, quien a su vez se dirigió a "Kontra". Esta organización lesbiana puso una denuncia contra la maestra que está previsto en la "Ley contra la discriminación" aprobada en Croacia.
La profesora se defiende negando emitir la declaración de imputado, y subraya que tenía su propio programa sobre el tema de la homosexualidad, sobre la base del contenido del programa para profesores del Catecismo aprobado por el Ministerio de Educación y Ciencia.
Lo más grave, sin embargo, es que se ha quedado sola en esta lucha, porque las instituciones de la Iglesia, responsable de organizar la enseñanza de la religión han permanecido en silencio y no mueven un dedo en su defensa.
Jelena Mudrovcic, profesora de catecismo católico en la escuela primaria "Kasi Bartol", en Zagreb, ha sido acusada de señalar que "la homosexualidad es una enfermedad", durante la clase de Catecismo.
Un estudiante de la escuela "Kasi Bartol", que, además, no asiste a clases de catecismo, informó a su madre de las declaraciones de la profesora acerca de la homosexualidad, quien a su vez se dirigió a "Kontra". Esta organización lesbiana puso una denuncia contra la maestra que está previsto en la "Ley contra la discriminación" aprobada en Croacia.
La profesora se defiende negando emitir la declaración de imputado, y subraya que tenía su propio programa sobre el tema de la homosexualidad, sobre la base del contenido del programa para profesores del Catecismo aprobado por el Ministerio de Educación y Ciencia.
Lo más grave, sin embargo, es que se ha quedado sola en esta lucha, porque las instituciones de la Iglesia, responsable de organizar la enseñanza de la religión han permanecido en silencio y no mueven un dedo en su defensa.
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