Los cristianos de la República Centroafricana son atados, golpeados y obligados a entregar el dinero para salvar su vida. La denuncia de que se trata de «un reino del terror» contra los cristianos por parte de los rebeldes Seleka, que han ganado el control del país en marzo, ha llegado a la Agencia Fides gracias a un pastor de una iglesia local, que ha pedido el anonimato por razones de seguridad.
(Fides) Los rebeldes van en busca de sacerdotes y otros trabajadores cristianos, mientras que los lugares de culto y la propiedad privada de los cristianos son atacados y saqueados.
Muchos cristianos - dice una nota enviada a la Agencia Fides - han huido de sus hogares y se han refugiado en el campo y están demasiado asustados para volver. Más de 200.000 personas han sido desplazadas, mientras que 49.000 refugiados han sido registrados en los países vecinos.
El 10 de mayo, Human Rights Watch (HRW) publicó un informe citando «graves violaciones» cometidos por los rebeldes Seleka contra la población civil, tales como saqueos, ejecuciones sumarias, violaciones y torturas. Entre los episodios citados, hay un ataque a una iglesia en la capital, Bangui, uno de los primeros objetivos de los rebeldes Seleka, cuando entraron en la ciudad.
HRW también explica el ataque contra una procesión fúnebre en Bangui el 13 de abril, cuando las fuerzas Seleka abrieron fuego contra la multitud, matando a un líder cristiano.
«La crisis en Centro África es ignorada por los medios de comunicación y la población predominantemente cristiana se siente abandonada por la comunidad internacional», señalan los líderes cristianos locales. La semana pasada, el enviado de la ONU a la CAR, Margaret Vogt, instó al Consejo de Seguridad a examinar el despliegue de una fuerza de seguridad para «contener el estado actual de anarquía» y pidió la imposición de sanciones a los rebeldes acusados de violaciones graves de los derechos humanos.
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