LOURDES, lunes, 16 de agosto de 2010 (ZENIT.org).- Las autoridades francesas consideran que Lourdes es un lugar simbólico, que podría ser sometido a atentados terroristas, motivo por el cual resultó creíble el aviso de bomba que lanzó un desconocido, provocando la evacuación de 30 mil peregrinos en el día de la Asunción.
Ese domingo, a las 11,39 horas, la Comisaría de Lourdes, en los Pirineos franceses, recibió la llamada telefónica de un hombre que aseguraba haber colocado cuatro bombas que debían estallar a las 15,00 horas.
"Dado el carácter simbólico de Lourdes, ciudad que puede ser objetivo de una amenaza terrorista, debíamos tomar en serio esta llamada", declaró en ese día, durante una rueda de prensa el prefecto de la región Altos Pirineos, René Bidal.
La gruta de Massabielle, lugar de las apariciones de la Virgen a Bernadette, y de los demás santuarios de la ciudad fueron evacuados con calma. Después de que la policía constatara que el recinto estaba libre de explosivos, la procesión de las antorchas, en la noche, pudo celebrarse con plena normalidad.
El Consejo Francés de Culto Musulmán (CFCM) condenó "de la manera más vigorosa" este domingo el aviso de bomba y, en un comunicado, "se alegró por el hecho de que los santuarios de Lourdes hayan vuelto a encontrar su clima de seguridad, paz y serenidad".
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