ISLAMABAD, 30 Dic. 16 / 06:18 am (ACI).- Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) en España dio a conocer el testimonio de Waqas Sadiq, un joven pakistaní recientemente ordenado diácono y pronto sacerdote, quien aseguró no tener miedo de aceptar el llamado de Dios a pesar de la persecución de cristianos en su país a manos de extremistas musulmanes.
“Ahora que ya estoy a punto de ordenarme presbítero empiezo a sentirme verdadero cristiano. Mi vida como sacerdote no va a ser fácil en Pakistán, por la presión del islam, por los atentados terroristas, pero no me asusta”, detalló a AIN.
Sadiq, que pertenece a la parroquia de St. Joseph de la Arquidiócesis de Lahore, es consciente que los cristianos necesitan sacerdotes, y por ello suele preguntarse: “¿quién puede oponerse o resistirse a esta vocación?”.
El joven afirmó que la gente tiene “necesidad de la Palabra de Dios, de que se la expliquen y de sacerdotes que les ayuden a ser buenos cristianos”.
Por tal motivo, hizo un llamado a todos los cristianos de Occidente: “ayúdennos, estén unidos espiritualmente a nosotros, sean verdaderos hermanos nuestros”.
“Quiero decirles que a pesar de que los cristianos de Pakistán son pobres y sencillos, son muy fuertes en la fe y la vida cristiana”, añadió.
Waqas Sadiq nació y se crió en el pueblo de Chadala Khurd, donde solo había una familia cristiana además de la suya.
“Además de mis padres, somos 2 hermanos y 5 hermanas. En nuestro pueblo no hay templo católico, por lo que mi familia solo puede asistir a Misa un par de veces al año. Por eso, en cuanto entré en el seminario menor, mi familia esperaba con ilusión mi visita en vacaciones para que les hablara de la fe y de lo que estaba aprendiendo. ¡Ellos tienen verdadero interés y necesidad de conocer la fe!”, aseguró.
El futuro sacerdote narra que a pesar de que sus padres no eran profesionales, una de sus hermanas que había estudiado botánica lo ayudó a pagar las clases del seminario.
“Toda mi familia vive con emoción tener un futuro sacerdote entre ellos”, explicó.
Antes de entrar al seminario, Sadiq solo había conocido un sacerdote en toda su vida y todos sus amigos eran musulmanes. Sin embargo, fue su catequista quien lo animó a entrar en el seminario menor.
“Entré sin mucho entusiasmo pues yo quería ser ingeniero. Pero allí encontré lo que verdaderamente quería para mi vida. Recibí el sacramento de la Confirmación, me llené del Espíritu y dije que sí a la llamada de Dios. Mirando atrás, recuerdo las veces que mi padre había rechazado las suculentas ofertas que le habían hecho para convertirse al islam… Y doy gracias…”.
“Me gustaría completar mis estudios en Roma, de ser posible, en Derecho Canónico que es lo que más me gusta además de la Sagrada Escritura como materia de estudio”, concluyó el futuro sacerdote.
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