«Cuando se acusa a un musulmán de blasfemia, solo él tiene que pagar las consecuencias, mientras que si el inculpado es un cristiano, toda la comunidad es considerada responsable». Esta es la observación que Mons. Sebastian Francis Shah, Arzobispo de Lahore, le ha hecho a Ayuda a la Iglesia Necesitada después de lo ocurrido el domingo, 24 de mayo, en Sanda, un barrio mayoritariamente cristiano de la metrópoli paquistaní.
Un joven cristiano, Humayun Faisal Masih, fue acusado de blasfemia por haber quemado algunas hojas de un periódico que incluía versículos del Corán. Al poco tiempo, una multitud enfurecida se dirigió al barrio. «Según algunos testimonios, el joven estaba poniendo en orden su casa», explica Mons. Shah, «pero todavía no está claro qué pasó. Ayer hicimos lo que pudimos para proteger a los habitantes del barrio y no tuvimos tiempo para verificar la validez de la acusación. Esa tarde me desplacé a Sanda e intenté averiguar algo más».
El prelado fue advertido a las 19:00 horas del domingo, cuando en el antiguo barrio cristiano la multitud acababa de bloquear el tráfico incendiando neumáticos y empezaba a lanzar piedras contra los edificios. Los cristianos abandonaron de inmediato sus casas ante el temor de una tragedia similar a las acaecidas en Gojr en 2009 y en Joseph Colony en 2013.
«Inmediatamente, pedí ayuda a algunos líderes musulmanes y a políticos locales. Gracias a su intervención, la policía logró dispersar a la multitud a medianoche. Es la primera vez que el Gobierno logra actuar a tiempo y salvar tanto a las personas como los edificios». Para Mons. Shah, la eficacia de las autoridades debe atribuirse al dramático precedente de los atentados contra dos iglesias de Lahore el pasado 15 de marzo. «Desde entonces, he venido estrechando relaciones con políticos y representantes de la comunidad musulmana local. Su apoyo nos ha permitido evitar lo peor».
El joven padece discapacidad mental
Queda por aclarar la acusación contra Humayun, contra quien se ha registrado un caso de blasfemia en base al artículo 295, B del Código Civil paquistaní, indicado junto al punto C del mismo artículo como Ley Antiblasfemia, que castiga con prisión cualquier profanación del Corán. Según fuentes locales, el joven padece discapacidad mental, pero eso no constituye un atenuante en la ley paquistaní. Como ha explicado a AIN el profesor Shahid Mobeen, docente de la Pontificia Universidad Lateranense y autor del libro Ley de la blasfemia y libertad religiosa, «la norma no prevé la voluntariedad por parte del acusado. Para ser condenado, basta con dejar caer un ejemplar del Corán o pisar sin querer una página de un periódico en el que aparezcan transcritos versículos del libro sagrado musulmán. Sin embargo, solo el 5% de los paquistaníes entiende el árabe, por lo que el 95% de la población podría cometer blasfemia sin ni siquiera percatarse de ello».
AIN
Infocatolica
No hay comentarios:
Publicar un comentario