El papa Benedicto XVI llamó este lunes a la apertura de "un diálogo fructífero entre los actores políticos" en Siria en presencia de "observadores independientes".
Ante 160 diplomáticos, incluyendo 115 embajadores acreditados ante la Santa Sede y reunidos en la Sala Regia del Vaticano, Su Santidad reiteró su llamado a que se ponga "fin al derramamiento de sangre" en el conflicto civil en Siria.
En su tradicional mensaje de Navidad, Benedicto XVI había exhortado a "todos los sectores de la sociedad en los países árabes", sacudidos por cambios sociales y políticos, a participar en la "construcción del bien común".
Desde el balcón central de la basílica de San Pedro, el Papa había pedido en esa ocasión el fin de la violencia en Siria, así como también que se "reanude el diálogo entre israelíes y palestinos".
Siria vive desde mediados de marzo una sangrienta represión del movimiento que protesta contra el régimen de Al Assad, en poder desde el año 2000 tras la muerte de su padre, Hafez Al-Assad, quien gobernó el país desde 1971 hasta su deceso.
En la noche del sábado al domingo, violentos choques entre ambas partes en el pueblo de Basr al Harir, en la provincia de Deraa, dejó 11 muertos del lado del ejército, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Además, al menos 10 civiles fallecieron el domingo por los disparos de las fuerzas de seguridad, siete de ellas en Homs, bastión de los opositores, dijo la organización.
La ONU calcula que más de 5 mil personas murieron desde el inicio de la represión.
Infobae
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